Coloquio Internacional: La literatura caballeresca en Italia y
en España (1460-1550). Circulación y transformación de géneros, temas
y argumentos desde la Edad Media (celebrado en la Universidad de
Colonia, Seminario de Estudios Románicos).
Subvencionado
por la Fundación Fritz Thyssen y por las Embajadas de España y de Italia
en Bonn y bajo la dirección del Profesor B. König y del Doctor J. Gómez
Montero, se celebró en Colonia un congreso internacional sobre la literatura
caballeresca, con atención especial a la circulación y a la evolución
del género caballeresco en las literaturas italiana, española y catalana,
y a la transformación de formas, funciones e ideologías desde los modelos
franceses medievales.
En este encuentro de treintaiuno especialistas italianos, españoles, suizos
y alemanes hubo discusiones intensas y fecundas sobre aspectos comparativos
de las literaturas en cuestión y sobre problemas de crítica metodológica
y de teoría literaria.
El Coloquio se estructuró útilmente en seis grupos temáticos: 1 Aspectos
generales y teoréticos. 2. Desarrollo de la literatura caballeresca en
Italia (del siglo XIII al XV). 3. La literatura caballeresca en España.
4. Contactos entre la literatura caballeresca italiana y española. 5.
Reflejos de la literatura caballeresca en otros géneros literarios y en
la sociedad de la época. 6. Desde Ariosto hasta Tassoni y Cervantes.
Por lo que concierne a los aspectos generales y teoréticos, importante
fue la ponencia de P. Cátedra sobre la relación entre la práctica del
torneo en la España del siglo XVI y sus consecuencias literarias. Cátedra
subrayó que, sobre todo durante los reinados de Felipe el Hermoso y Carlos
I, el torneo representó la máxima manifestación pública del poder monárquico,
y que un cambio rotundo se produjo durante la segunda mitad del reinado
de Felipe II, cuando el rey, para cambiar el entramado social e institucional
de la nobleza, convirtió justas y torneos en fiestas urbanas. En los libros
de caballerías se asistiría exactamente a esta transformación radical
del mundo caballeresco, ya que es evidente la tendencia a convertirlos
en libros de fiestas caballerescas.
Interesantes también las reflexiones de V. Infantes, sobre la conexión
entre los títulos de los libros de caballerías y las teorías contemporáneas
en torno a los géneros literarios, y de K.W. Hempfer, sobre la imporantancia
que el debate italiano tuvo en la teoría de la novela del canónigo del
Don Quijote.
En área italiana, numerosas las ponencias dignas de ser mencionadas. Se
recuerdan los estudios de P. Orvieto, sobre la circulación de temas en
la literatura caballeresca, de los poemas franco-venetos a los poemas
italianos, de A. Fontana que, analizando una chanson de geste del ciclo
carolingio, el Aiol, demostró los diferentes niveles de elaboración de
la materia antigua francesa en la literatura italiana del siglo XIII al
siglo XV y de R. Ankli, con un análisis de un cantar poco estudiado, el
Altobello; mientras hacia Boiardo y Ariosto se dirigió la atención de
F. Penzenstadler, G. Günter e K. Stierle, respectivamente sobre el tema
de la cortesía en el Orlando Innamorato, sobre los motivos del ingenio
y de la locura de Dante a Ariosto y sobre el Orlando furioso.
En ámbito español, J. M. Cacho Blecua ha dedicado su ponencia a un singular
libro de caballerías manuscrito y anónimo: La corónica de Adramón. Cacho
Blecua se preocupó por fijar la fecha de la obra por diversos medios fundamentalmente
histórico-filológicos, llegando a posticipar de más de veinte años la
fecha que se ha aceptado hasta ahora, de 1492 a las primeras décadas del
siglo XVI (aproximadamente entre 1519 y 1530). Cacho Blecua concluyó afirmando
que el Adramón es una obra que debe su composición a las intensas relaciones
hispano-italianas del siglo XVI, ya que asienta sobre la tradición del
Guarino Mezquino, del Amadís y del Tirant lo Blanch.
Siempre en área española han presentado sus ponencias J. Guijarro Ceballos,
E. Sarmati, A. Hauf y R. Beltrán.
Guijarro ha estudiado uno de los motivos estructurales más frecuentes
de la narrativa caballeresca: el encantamiento del héroe. Su intervención
se centró en el ciclo de los clarianes, es decir las dos continuaciones
del Libro primero de don Clarián de Landanís de Gabriel Velázquez de Castillo:
la Segunda parte de don Clarián de Landanís de Jerónimo López y el Libro
segundo de don Clarián de Álvar Pérez de Guzmán.
Sarmati dio su contribución para aclarar uno de los tópicos más emblemáticos
de la literatura caballeresca española: el tópico del hallazgo del manuscrito
que transforma los autores de los libros de caballerías en traductores
de una crónica muy antigua. En detalle se centró en las características
de los autores ficticios y en sus problemas en torno a las técnicas de
traducción. Come último punto examinó la formulación de este mismo tópico
en el Quijote.
Las dos narraciones caballerescas catalanas, el Curial i Guelfa y el Tirant
lo Blanch, han sido, en cambio, tema de las ponencias de Hauf y Beltrán.
Especialmente digno de atención se reveló el sector dedicado a los contactos
Italia-España. En este ámbito se han presentado interesantes estudios
sobre adaptaciones españolas de obras italianas y macarrónicas-latinas:
señalamos las ponencias de N. Baranda sobre la traducción española del
Guarino Mezquino, y de B. König y G. Salvador sobre el Baldo.
De relieve, también, los estudios de A. Bognolo e V. Foti. Bognolo se
ocupó de aclarar la labor de Mambrino Roseo da Fabriano, traductor y autor
muy fecundo, que tradujo en italiano ambos los ciclos del Amadís y del
Palmerín. En particular describió su primera continuación italiana del
Amadís, como añadidura al IV libro de la serie, el Sferamundi de Grecia.
Foti, por otra parte, insistió en los cambios semánticos de las traducciones
italianas del Amadís (exactamente de la versión de M. Roseo da Fabriano,
del poema el Amadigi de Bernardo Tasso y de una traducción del Setecientos
tardío), subrayando el influjo de la preceptiva italiana de 1500 y 1600
en las elecciones estilísticas y lexicales de los traductores, en las
intervenciones de actualización y en las operaciones de censura.
La continuación española del Tristán de Leonís (1534) fue el tema de la
ponencia de A. Gimber, que encontró en el texto resonancias de la rebelión
de los Comuneros, durante el reinado de Carlos I. Gimber ha realizado
también en un estudio comparativo entre la obra española y su traducción
italiana, resaltando, como Foti, la diferente ideología que subyace en
las dos obras: la versión italiana celebra ideales más claramente renacentistas.
Por lo que concierne la relación entre las narraciones caballerescas (novelas,
poemas, libros de caballerías) y otros géneros literarios, J. Rodríguez
Velasco examinó la transmisión de la doctrina caballeresca en los tratados
filosófico-morales, mientras A. del Río localizó en el Cirongilio de Tracia
y en el Clarián de Landanís un tipo de diversión cortesana basada en las
burlas verbales, cuyas reglas se pueden encontrar en los tratados medievales
sobre la cortesanía, como Il Cortigiano de B. Castiglione.
W. Hempel subrayó la persistencia de la materia carolingia en el teatro
barroco.
El congreso terminó con las ponencias de M.C. Cabani y J. Gómez Montero.
Cabani, aclaradas las características del cliché del 'cantante ciego',
traza su evolución en la literatura heroico-cómica, representada por Tassoni
y por Marino.
Gómez Montero afrontó el problema de las novelas intercaladas de Boiardo
a Cervantes, desde los puntos de vista compositivo-estructural y preceptivo-teórico.
Para las Actas del Coloquio ecribir a: Prof. Bernhard König- Dr. Javier
Gómez Montero, Romanisches Seminar der Universität zu Köln, Albertus-Magnus-Platz,
50923 Köln; correo electrónico: a 2584751@smail1.rrzuni-koeln.de.
Elisabetta Sarmati
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